viernes, 21 de noviembre de 2008

Se ha publicado... (I)

ISABEL SAN SEBASTIÁN, EN UN DÍA FELIZ
Cuca Alonso (La Nueva España)

Isabel San Sebastián, esta entusiasta asturiana de adopción, presentó en el salón del Ateneo Jovellanos su nueva novela, «Astur». La numerosa afluencia de público obligó a la organización a abrir la tribuna superior con el fin de que nadie se perdiera el acontecimiento. Más tarde, concluidas las intervenciones, los requerimientos de firma de ejemplares configuraron una larguísima cola. Todo un éxito, que se prevé semejante al de su título anterior, «La Visigoda», que cómo apuntó el presidente, José Luis Martínez, camina hacia la 13.ª edición. El periodista Alberto Piquero fue el encargado de glosar la figura de Isabel San Sebastián y hacer un breve comentario sobre «Astur». Nacida en Santiago de Chile, 1959, por azar, ya que su padre era diplomático, esta circunstancia hizo que la familia viviera en diversas capitales, de ahí que la autora hable cinco idiomas. Una vez licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, su carrera ha tocado, siempre con celebridad, todos los palos del periodismo. Como escritora tiene en su haber varios libros de contenido biográfico o político hasta desembocar en la novela, primero con "La Visigoda», desarrollada en Pravia, y ésta, «Astur», cuya trama tiene por escenario Coaña. Su desbordante texto, según explicó Alberto Piquero, por cierto, dotado de una bonita voz, se desarrolla en el siglo VIII, y sus itinerarios son variados hasta llegar al castro de Coaña con parada en Cánicas, o Cangas de Onís. «Un mundo de civilizaciones de estilos muy diversos», dijo el señor Piquero, destacando la excelencia de las estampas de orden cotidiano. «Novela dialéctica, culta y popular, vital y legendaria; supone un canto a la tolerancia». Era de ley y cortesía alabar la labor del Ateneo Jovellanos, «quedan pocos ateneos y éste se mantiene tan vivo y tan pujante», comentó la autora, sorprendiéndose del abundante público. Una copla que se repite con frecuencia; en el Ateneo ya es habitual el lleno, en contraste con el desinterés que despiertan otras instituciones por esos mundos de Dios. «Hoy es un día feliz; la Policía ha detenido a un ser abyecto, Txeroki», dijo Isabel San Sebastián como preámbulo antes de mostrar sus gratitudes, dirigidas, en primer término, a Asturias, «que me ha devuelto el hogar que me habían robado». A sus gentes, «que me consideran y respetan aunque no tengo ni una sola gota de sangre asturiana». «Esta novela, "Astur", es una forma de dar las gracias a esta tierra de la que me enamoré y hoy es mi casa». Respecto a libro, Isabel San Sebastián dijo que había querido recoger en él la herencia histórica, dando protagonismo a los reyes asturianos y a otros seres de ficción, que si no son verdaderos sí resultan verosímiles. «He reivindicado la figura de Pelayo, tan silenciada, incluso cuestionada, cuando su peso en la historia es determinante. No entiendo cómo Asturias no la magnifica, como hacen los ingleses con su rey Arturo, mucho más intrascendente y sobre el que gravitan tantas dudas». A su vez «Astur» contiene una alegoría al legado cristiano-visigodo, origen del pueblo español. «Vengo a decir en este libro lo que ya se sabe, que Asturias es España y lo demás tierra conquistada». «Aborrezco la violencia, pero sin la Reconquista, sanguinaria, dura y violenta, hoy quizá formaríamos parte del Magreb, en lugar de ser un país libre de Europa». «En "Astur" la historia real es la urdimbre sobre la que he tejido el tapiz de ficción». Guapa y más distendida que en otras oportunidades, deparó una agradable velada a la concurrencia.

No hay comentarios: